jueves, 7 de noviembre de 2013

"ESPIRALES" en el Plan Provincial de Lectura

Hola Lectores! Luego de un tiempo de ausencia, retorno al Blog literario con información sobre mi libro "Espirales". Otro año más (desde el 2009) he tenido el agrado de ser invitado por la gente del Cultura de la provincia de La Pampa, para formar parte del grupo de escritores pampeanos, cuyos libros son incluidos en las currículas de algunas escuelas para trabajarlos como textos de clase, y realizar posteriores visitas/charlas a dichos establecimientos, donde el contacto con los jóvenes tiene por fin el acercarlos a la lectura. 
Esta ocasión visité los colegios "Santa María de Las Pampas" y el colegio "Manuel Belgrano", donde pasé una mañana llena del afecto de los alumnos y docentes, entre anécdotas y preguntas y opiniones referidas al libro y al camino personal hacia la escritura; como de costumbre, los chicos también  me hicieron dibujar algo.
En mi anterior Post ya he hablado de lo gratificante de estas experiencias, y del significado profundo que les doy a las mismas, por lo que aquí me queda el agradecimiento de siempre para todas las partes que intervienen y que hacen a que estas visitas puedan darse. Les dejo unas fotos del viaje!

Con los docentes del colegio "Santa María de Las Pampas"

Con algunos de los trabajos realizados por los chicos del
colegio "Santa María de Las Pampas"
Aquí en el colegio "Manuel Belgrano", luego de
que me hicieran dibujar
Con algunos textos que los chicos hicieron,
a partir de mis etxtos / ilustraciones
Con las docentes del colegio "Manuel Belgrano" y
la coordinadora del Plan Prov. de Lectura

GRACIAS!
Alberto Di Francisco ( @DiFranciscoAlb )

jueves, 12 de septiembre de 2013

"ESPIRALES" en el III Encuentro Iberoamericano

Hola Lector! Hoy inauguro un nuevo Post con una hermosa noticia que me llega desde mi tierra. El pasado 10/09 se realizó en Capital Federal (Buenos Aires) el "III Encuentro Iberoamericano de Bibliotecas Populares", en donde los referentes del plan de Lectura Provincial de La Pampa, expusieron obras y testimonios de escritores pampeanos que integran el mencionado Plan, integrando sus obras a las escuelas, para ser trabajadas como material de clase, y visitando los establecimientos, en una experiencia de acercamiento del Lector al Escritor (y viceversa) en los sectores jóvenes.
Tuve el honor de que mi libro de relatos "Espirales", con quien participo del Plan de Lectura desde el 2009, integrara dicho evento, como así también la posibilidad de ofrecer mis vivencias en cuanto a la experiencia de las visitas a escuelas. Les dejo unas fotos de la muestra, y copio a continuación mis palabras para la misma, en un texto que titulé: ECOS.

ECOS


"Suena irónico pensarlo, lo sé, y aún más ahora al escribirlo, pero creo que uno comienza a escribir, porque necesita ponerle palabras a algo que no las tiene, a algo que no acierta a definir. De esto, que la literatura no sea sino, en su estado más esencial y puro, siempre una búsqueda y una expresión; o, para mejor decirlo, la expresión de una búsqueda personal.
Cuando comencé a escribir, cuando allá en mis 16 años me vi sorprendido por el efecto de enlazar palabras y de con ellas crear imágenes, o plasmar ideas, o inventar mundos, inicié sin saber una búsqueda. En ese entonces tuve una sensación que, solo muchos años después, vislumbré al toparme con unas líneas del antropólogo francés Lévi-Strauss quien decía que la invención de la música de las palabras (la Poesía) era algo sublime en el descubrimiento humano, porque se podían erigir mundos y armonías y musicalidades con el mismo material (es decir, las palabras) con las que podemos hacer una lista de supermercado, o indicar a un peatón la manera de llegar a una calle deseada.
En el año 2008 vi mi obra publicada, mi libro de relatos, al que titulé “Espirales”, y ahí se hizo muy presente aquella sensación y aquel razonamiento de Lévi-Strauss. En el acto de la escritura hay un hecho básico, que es el de la “expresión” que, nadie lo duda, sirve primero que a nadie, al escritor mismo, pero pasada esta etapa, viene aquella otra que nos conmueve: el ECO. Cuando la obra nos trasciende, y trascendemos a través de ella, cuando esas palabras con las que pedimos nos alcancen la sal, crean aquí el vestido de una idea, o son la expresión de una pasión, el manifestarse de un anhelo, y se produce entonces el ECO, la resonancia, de eso que nos conmovió a escribir, en otros ojos que las leen y al leerlas y sentirlas, las hacen de algún modo suyas también. Así, esos sueños, esas aspiraciones, esos impulsos, esas inspiraciones, esas multitudes que a veces nos habitan, y a las cuales damos voz en nuestras palabras,  embarcaron un día, y el Eco es eso, es ver que arriban a otras playas, como un mensaje en una botella, de un mundo interior al mundo interior de otras personas.
En 2009 fui convocado a integrar el Plan Provincial de Lectura, en el cual varios ejemplares de mi libro fueron entregados a escuelas como material de trabajo en clase. Esto sin dudas fue la experiencia más placentera y enriquecedora tras la edición del libro. Primero que todo, el orgullo de saber que sería leído y analizado por muchos jóvenes y docentes, de saber que eso tan personal, gestado en mi intimidad, llegaba hoy a otros; y por otro lado, la oportunidad del contacto entre Lector-Escritor, tener acceso a la mirada de quien lee, de ver cómo eso tan personal, se ramifica en el otro de diversas maneras, la posibilidad de asistir a cuando la palabra se convierte en semilla en el otro, y fructifica en sus particulares maneras. De las charlas con los alumnos siempre rescato estas cuestiones de suma importancia: que no sea una exposición sobre literatura, sino rescatar la historia personal, de generar, a través del relato de mi búsqueda, la búsqueda en el otro, que la realizará a través de los canales que encuentre a su alcance. Desde entonces (2009) y a la fecha, he vuelto a ser convocado para integrar el Plan de Lectura, y es noticia que espero siempre con enorme alegría, y una actividad que brinda el placer de llegar a otros, razón esencial de todo arte que se juzgue como tal.
En muchas de las visitas a escuelas me consultan los alumnos por el título de mi libro (“Espirales”) y yo les cuento que la espiral es un ciclo que vuelve, pero que no es vicioso, vuelve sobre sí pero desplazado, y en la espiral retoma fuerza para crear otras aperturas. Así, la voz de mi niñez volvió para traducirse en relatos, que son recuerdos con otra mirada; y así también hoy, a través de estas gratificantes experiencias del Plan de Lectura, veo volver esas espirales en las lecturas de los alumnos, en ver esas semillas germinar en otras tierras. Porque acaso, para la voz que una vez tímida salió para expresarse, le conmueve siempre oír el eco de otras voces que le devuelven la flor de la palabra."
 Alberto Di Francisco

04-09-13
Sr. Norberto Sanchez y Sra. Patricia Bahiloff, del Plan de Lectura
Durante la exposición sobre autores pampeanos, en el Encuentro
Sra. Patricia Bahiloff, del Plan de Lectura
Algunas obras de autores pampeanos. En  la imagen del centro,
"Espirales", mi libro de relatos.
Saludos!
@DiFranciscoAlb

domingo, 28 de julio de 2013

Columna en CULTURAMAS

Hola lector! Hoy simplemente abro este nuevo Post para dejarles el enlace al sitio español CULTURAMAS, web dedicada a la cultura, que se nutre con el aporte de muchos escritores, y que han tenido a bien, hace ya un tiempo, de invitarme a colaborar con ellos, lo cual para mí es toda una satisfacción.
Los dejo con el enlace al sitio, espero que les guste mi columna, y el sitio en general. Pueden dejar sus comentarios y/u opiniones.
Saludos a todos!

LINK AL SITIO: http://blogs.culturamas.es/albertodifrancisco/


miércoles, 26 de junio de 2013

Poema: RELIGATIO

Hola Lector! Después de un buen tiempo de ausencia, vuelvo a Museum con una obra propia, un poema escrito hace algunos años atrás, cuyo título, "Religatio", expresa (o intenta hacerlo) un sentir hacia el arte también como una de las formas, o expresiones, del sentir religioso.
Espero les guste, y dejen sus críticas y/o comentarios!

RELIGATIO

¡No!...; mas que las materiales galas,
lo Divino anhela mi poesía...
¿nunca oyes como un cercano batir de alas?
¿nunca sientes una sutil brisa, plena de armonía?

Mi pluma es una tenue estrella lejana,
de tímida luz, que se muestra misteriosa;
mas, a veces me habla por ella la voz de las cosas
en un ritmo escondido, en una cadencia arcana...

Antes de nacer, ya le tuve por estandarte
-aquél que es guía en mi camino extenso-
por eso, en el erial del mundo, mejor camino es el Arte
y amar todo cuanto es bello e inmenso.

Y así, atravesando del mundo la varia suerte,
he de verme Él, cosechando victorias,
y ha de recibirme, entre laureles de gloria:
peregrino de la Vida, vencedor de la Muerte.


Autor: Alberto Di Francisco




Fotografía


domingo, 21 de abril de 2013

Rumores de Poesía


Hola Lector! Hoy les traigo, luego de algunos Post´s anteriores dedicados a la crítica de algunas lecturas recientes, una obra propia (soneto) que versa sobre uno de mis temas preferidos en relación a la Literatura, y a la poesía en particular: La Inspiración.
Espero les guste y dejen sus impresiones al respecto!

Alberto


A los rumores de poesía en una tarde

(...) Y andas por las almas como el viento entre las hojas,
e impalpable eres como el sutil elemento;
¡lluvia divina, caricia que al alma sonrojas
cuando rozas el arpa del humano sentimiento!

Y haces al poeta, lo que Perséfone preciosa,
llegada la estación, de sus prodigios hace exceso...
(¡Ah... tenue como el rocío que se posa en la rosa,
el hombre siente el perfume, mas no logra dejarlo impreso!)

Suspiro de Dios, que portas su esencia arcana
por entre el desmayo de la tarde, o en la mañana;
de tristezas te disfrazas, o de fulgores...

Y aveces, como tras un telón brumoso,
parecer se oyera, el rumor cadencioso,
de un romance que acaso platican ajenos amores...

Alberto Di Francisco

Atardecer en La Pampa (Argentina)



miércoles, 27 de marzo de 2013

"El club de las Necrológicas" (Crítica)



El Club de las Necrológicas (Marcelo Birmajer)

Tal como es mi costumbre, me adentré en la librería con un libro en mente, pero una vez allí, ya rodeado por  el sereno y mágico ambiente de los libros, todo se torna difícil en cuanto a elecciones puntuales. Lo bello de las bibliotecas, como de las librerías grandes, es la multitud de voces que habitan esos espacios. Uno tiene que ser un especie de Ulises que resiste el canto de las sirenas de hojas y de tinta, para no caer en las redes de sus encantos.
Hubo, sin embargo, un canto irresistible, y así es que fui a dar con "El club de las Necrológicas", novela breve del escritor argentino Marcelo Birmajer, de quien, lo confieso, jamás había leído nada antes. Su foto me remitió a un programa de TV donde lo vi opinando sobre temas políticos, y su lucidez me había quedado como un señalador en la memoria. Salí de la librería con Birmajer abajo del brazo.
"El club de las Necrológicas" es, como dije, una novela breve, una novela básicamente sobre el amor a través del tiempo, ambientada en una Argentina plena de cambios y vaivenes políticos; allí, un grupo de amigos, con el porteño hábito de reunirse en un bar a tomar café y charlar, toma por singular costumbre la lectura de las necrológicas en el diario.
Con la sorpresa del misterio, advierten que una de las  necrológicas tiende a repetirse el 11 de cada mes, en la cual se lamenta la muerte de dos niñas, "dos pimpollos cortados en la flor de la edad"; y esto sirve de disparador para la investigación sobre las circunstancias de tales decesos.
Aquí entra en escena Genaro Danbar, personaje principal detrás de la necrológica, hombre rico de origen sefaradí (o sefardita), que ha amasado una fortuna, y que cierta mañana ve su seguro mundo de propiedades, de bienaventuranza económica, de dandy sexual, puesto de cabeza por una joven de família judía. Genaro declara su amor y sus deseos de casarse, aún a pesar de las diferencias de edad, aún a pesar del desconocimiento, ese amor lo arrastra y lo lleva y signa los años por venir en su vida.
Birmajer ha escrito una muy buena novela, en la cual al tiempo de los personajes  le manchan los pies el barro de la historia Argentina, desde Perón, hasta la caída de las Torres Gemelas en 2001; tiempo en el cual la Dictadura marca el paso principal de los acontecimientos. Es inevitable la mención a su origen sefaradí, pues es un signo que los identifica en todo momento del desarrollo de la historia de los personajes.
El amor es un perfume que inunda la novela toda, palpita a diferentes ritmos a través de los acontecimientos, deviene en varias formas, se bifurca, se complica por momentos, pero nunca deja el primer plano, nunca abandona su posición de "leitmotiv" de la obra.
El final, redondeado en las últimas pocas hojas, ata los cabos sueltos de la trama, y encuentran la luz las muertes, la necrológica, el perfil de Genaro, y varios datos más, con un aluvión fugaz de revelaciones que, aún cuando uno ya ha cerrado la última hoja, y  ha depositado el libro en la biblioteca, sigue pensando en ellos.




miércoles, 20 de marzo de 2013

"Los Anticuarios" de P. De Santis (crítica)


Lectura del libro:  "Los Anticuarios" de Pablo De Santis

En mi opinión, los libros pueden merecerme tres opiniones.  Esto dicho, viene en un intento de sintetizar tantas variantes, ya que cada libro es una obra de arte, es también un cuadro hecho con palabras, y por qué no, también una pieza de rompecabezas. Así, la obra solo se completa (o el "arte" de esa obra se consuma) con la mirada del Otro, que la ve bajo su particular prisma, y hace de una obra terminada, una interpretación propia. Ante esas consabidas interpretaciones y/u opiniones varias y casi infinitas, es que suelo clasificar mis lecturas en tres conceptos capitales.

.Hay libros buenos (o muy buenos, o excelentes, dígase como guste) que enganchan, que divierten, que enseñan, que otorgan otra mirada, que conmueven, bla-bla-bla, ya saben, todas las variantes posibles.

.Los hay malos (o mediocres, o insoportables, dígase como guste). Aquellos que decepcionan por su final, aquel tedioso, el ilegible (Ulises, de J. Joyce), el que parte de una buena idea pero está mal desarrollada, aquel que mucho promete de un tema y nada dice, el que pasa como pasa cualquier lectura de un diario/periódico, bla-bla-bla, ya saben, todas las variantes posibles.

.Y, por último, están esos libros que cuando uno dobla la última página, se da cuenta que ahí estaba nuestra propia voz; uno se siente movilizado internamente, porque acaso hemos vibrado al unísono con la pasión que movió al escritor. Esos libros que al cerrarlos, suelo decir para mis adentros: "éste libro me hubiese gustado escribirlo yo".
Así fue que, sin haberlo premeditado, salí de la librería con "Los anticuarios" del argentino Pablo De Santis. Desde la primera página uno ya se da cuenta, o presiente, que hay una buena historia; el niño Santiago Lebrón viaja a la ciudad (un Buenos Aires de 1950 y algo) a buscar una nueva vida, y a su tío, que vive allí, y que es quien le ofrece trabajar con él, reparando viejas máquinas de escribir, y luego le consigue empleo como periodista en un diario. Tras un accidente, el protagonista es vuelto inmortal, mas a condición del vampirismo, y comienza su andadura en ese mundo oculto, de la mano de un hermético grupo de libreros de su misma condición, quienes han aprendido a aplacar su roja sed, y viven refugiados ante la amenaza de un especie de Van Helsing vernáculo.
Para quienes el género vampírico no es su fuerte (ese es mi caso) y aún para quienes a su vez han visto en la actualidad deformado malamente ése mismo género (véase la saga "Twilight"), "Los anticuarios" sabe darle una original vuelta de tuerca, en una historia de amor, de mucha intriga, con personajes bien definidos, en un escenario de librerías de libros antiguos, y todo en una prosa que se desenvuelve sin esfuerzo (características éstas siempre presentes en De Santis).
Hace años me dije que quería escribir algo sobre vampirismo, no porque esté de moda, sino por la opinión personal que tengo del género, y algunas ideas que me rondan hace tiempo. El feliz hallazgo de "Los anticuarios", el haber cerrado su última página diciéndome "éste libro me hubiese gustado escribirlo yo",  ha pospuesto ese proyecto mío.  Quizás mi libro ya está escrito.

Alberto Di Francisco - @DiFranciscoAlb



lunes, 11 de marzo de 2013

"Y AL FINAL LAS PALABRAS..."

Hola Lector! Hoy traigo a MUSEUM una obra propia (una más), tras algunos Post´s con material ajeno. La obra escogida se titula "Y al final las palabras...", una composición escrita hace ya algún buen tiempo atrás, que versa principalmente sobre el acto de escribir. Éstos versos, como dijo Amado Nervo al presentar su obra -Perlas Negras- "tienen muchos defectos, pero muchas sinceridades; si de algo vale la sinceridad en el arte, que ella me escude".
Espero lo disfruten, y dejen sus comentarios y/o críticas. Los dejo con la obra.

Y al final las palabras...

Escribir, entregarse
a jugar al inocente juego
del estilo, de la métrica, de la asonancia
como redes capturando
la palabra que gusta de esconderse.

Escribir.
Escribir no como un oficio,
no como en un mero mercado de palabras...;
escribir como una bocanada de aire fresco,
como un amarre que salve la tempestad
de ser (de ser sin ti acaso).
Escribir, y que las palabras
sean sed y naufragio,
que sean también al fin brújula y Norte;
escribir como un regio mago
conjurando la palabra que te invoque.

... ¿y qué han sido hasta hoy las palabras
sino brazos tendidos a la distancia...,
sino sutiles ecos poblando el silencio,
susurro tenue que quiere ser caricia...?
Es imposible escribir sin erigir un laberinto;
al toque de la palabra, huye la idea en bandada:
aquí la sombra del lenguaje ha sido desterrada...
Pero escribir aún.. y más cuanto más perdido!
...la palabra es también el hilo de Ariadna.

Escribir, entregarse
a jugar el incesante juego;
te hice un vestido de palabras:
hubo que desnudarse el alma para ello.








domingo, 3 de marzo de 2013

R. DARÍO - El salmo de la Pluma



El 14/03/1889, el periódico "El Eco Nacional" da inicio a la publicación de la composición en versos de la obra "El Salmo de la Pluma", del nicaragüense Rubén Darío. La obra, escrita, o iniciada, posiblemente al regreso de un viaje del Poeta a América del Sur, con versos de sextetos alejandrinos, se presenta con la particularidad que a cada entrega le corresponde, a modo de título, una letra del alfabeto hebreo.
La composición, dedicada "A España, Madre Patria", es una excelente loa a la Literatura, una loa de la Pluma (símbolo de la escritura) como herramienta de redención, de liberación del ser, y por qué no una loa a la Prensa, al Periodismo y a la Libertad de Expresión, cuando la pluma es una "Lanza" contra las injusticias del mundo. La obra en sí, rebosa de ardoroso tono profético, que advierte, sí, pero que no deja de ser un canto de esperanza en ningún momento.
Algunos sitúan esta obra de Darío como el paso, en su quehacer literario, del Romanticismo al Modernismo.
La entrega escogida para este artículo es la que lleva la letra "HETH" (son 20 entregas, desde Aleph hasta Resch), donde el portador de la Pluma es un "flechero Arcángel".

HETH

¡Ave, flechero Arcángel!... Detrás de ti se extiende
el infinito espacio donde la luz enciende
su llama y su arrebol.
Tú tienes, a los ojos sedientos del poeta,
por arco el iris bello, por mágica saeta,
un rayo del gran sol.

Rejuvenecimiento de la mirada tuya.
Por ti suben el éter Hossana y Aleluya;
por ti temblando están
las cuerdas que el gallardo David pulsa y requiere,
después que arroja su honda la piedra con que hiere
la frente del Titán.

¡Ave, flechero Arcángel! En la nocturna sombra
tu vuelo nos alienta, tu vista nos asombra...
Vense, a través del tul
de tu flotante veste, las rosas argentinas
que sienten, todas trémulas, las ráfagas divinas
en el jardín azul.

Huyen a tu presencia, sobre los altos montes,
los aquilones bruscos, cual tropa de bisontes
que huyendo el fuego va.
Tu formidable brazo hiere el aire sonoro,
la ira de tus dardos, en tu *carcaj de oro
relampagueando está.

Rubén Darío

*Carcaj: nombre del recipiente donde el arquero deposita sus flechas



miércoles, 9 de enero de 2013

Libros Leídos: "La Soledad del Lector"


Confieso que había entrado en la librería con la firme intención de comprar un título en particular, pero, como es sabido, la gran variedad de ofertas suele tentarnos, y uno a menudo se deja caer en esa tentación; entonces, contra todo lo planeado, salimos de la librería con un ejemplar no previsto, en las manos, y una media sonrisa en el rostro, como si hubiésemos de pronto descubierto un tesoro,  a la vista de todos, pero brillando solo a nuestros ojos.
El factor sorpresa es clave en estas cosas, ella es la que aguijonea. Así fue como salí de la librería con "La soledad del Lector" de David Markson.
Aquí he de ser sincero: yo esperaba una novela breve sobre el vasto mundo de un lector y sus lecturas, quedé decepcionado en breve, pero solo parcialmente. Las páginas transcurrían sin encontrar la punta del ovillo a lo novelesco, cruzaba las hojas a la espera de que en algún momento un párrafo diera comienzo a una historia ordenada, pero eso no llegó ni hasta en la última página.
Cierto también es que, como dije, el factor sorpresa es clave; entonces, habiendo abandonado ya la posibilidad de encontrar allí una novela, me sentí sin embargo ligado al libro, hipnotizado por su lectura... Desde la primera a la última página encontramos citas, frases, anécdotas literarias, listas de personajes antisemitas, y otra lista de suicidas, que vuelven como un eterno retorno, que comprimen o descomprimen el relato (por llamarlo de algún modo). Así, hallamos que esta no es una novela en el sentido formal, sino que está construida desde otro punto, y debe leerse más con asombro que con costumbre literaria. "Es hipnótico" reza un comentario, y esto es cierto, engancha con sus muletillas y con sus datos, de inicio a fin.
Cada tantas frases, el Lector se interroga, aparece en escena, como para decirnos que estamos de paseo por su mente y por sus recuerdos literarios, como para mostrarnos cómo es esa  "Soledad del Lector", para revelarnos las multitudes que lo habitan.

Alberto Di Francisco