miércoles, 27 de marzo de 2013

"El club de las Necrológicas" (Crítica)



El Club de las Necrológicas (Marcelo Birmajer)

Tal como es mi costumbre, me adentré en la librería con un libro en mente, pero una vez allí, ya rodeado por  el sereno y mágico ambiente de los libros, todo se torna difícil en cuanto a elecciones puntuales. Lo bello de las bibliotecas, como de las librerías grandes, es la multitud de voces que habitan esos espacios. Uno tiene que ser un especie de Ulises que resiste el canto de las sirenas de hojas y de tinta, para no caer en las redes de sus encantos.
Hubo, sin embargo, un canto irresistible, y así es que fui a dar con "El club de las Necrológicas", novela breve del escritor argentino Marcelo Birmajer, de quien, lo confieso, jamás había leído nada antes. Su foto me remitió a un programa de TV donde lo vi opinando sobre temas políticos, y su lucidez me había quedado como un señalador en la memoria. Salí de la librería con Birmajer abajo del brazo.
"El club de las Necrológicas" es, como dije, una novela breve, una novela básicamente sobre el amor a través del tiempo, ambientada en una Argentina plena de cambios y vaivenes políticos; allí, un grupo de amigos, con el porteño hábito de reunirse en un bar a tomar café y charlar, toma por singular costumbre la lectura de las necrológicas en el diario.
Con la sorpresa del misterio, advierten que una de las  necrológicas tiende a repetirse el 11 de cada mes, en la cual se lamenta la muerte de dos niñas, "dos pimpollos cortados en la flor de la edad"; y esto sirve de disparador para la investigación sobre las circunstancias de tales decesos.
Aquí entra en escena Genaro Danbar, personaje principal detrás de la necrológica, hombre rico de origen sefaradí (o sefardita), que ha amasado una fortuna, y que cierta mañana ve su seguro mundo de propiedades, de bienaventuranza económica, de dandy sexual, puesto de cabeza por una joven de família judía. Genaro declara su amor y sus deseos de casarse, aún a pesar de las diferencias de edad, aún a pesar del desconocimiento, ese amor lo arrastra y lo lleva y signa los años por venir en su vida.
Birmajer ha escrito una muy buena novela, en la cual al tiempo de los personajes  le manchan los pies el barro de la historia Argentina, desde Perón, hasta la caída de las Torres Gemelas en 2001; tiempo en el cual la Dictadura marca el paso principal de los acontecimientos. Es inevitable la mención a su origen sefaradí, pues es un signo que los identifica en todo momento del desarrollo de la historia de los personajes.
El amor es un perfume que inunda la novela toda, palpita a diferentes ritmos a través de los acontecimientos, deviene en varias formas, se bifurca, se complica por momentos, pero nunca deja el primer plano, nunca abandona su posición de "leitmotiv" de la obra.
El final, redondeado en las últimas pocas hojas, ata los cabos sueltos de la trama, y encuentran la luz las muertes, la necrológica, el perfil de Genaro, y varios datos más, con un aluvión fugaz de revelaciones que, aún cuando uno ya ha cerrado la última hoja, y  ha depositado el libro en la biblioteca, sigue pensando en ellos.




2 comentarios:

  1. "con un aluvión de fugaz de revelaciones que, " Te está sobrando un "DE".

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  2. Aldo Vercellino: Muchas gracias, ya fue corregido el error; se me ha pasado al redactarlo.
    Espero le haya gustado la crítica. Saludos y siempre invitado a pasar.

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